En tiempos pretéritos a los primeros asentamientos cazábamos y recolectábamos.
Nosotros cazábamos animales con algo de ingenio y un poco más de talento; haciendo de la muerte nuestro oficio.
Ellas quedaban a cargo de las crías, de recolectar frutos, plantas. Su oficio era la vida.
Así nacieron la agricultura primero, escuchando el vientre de la tierra, que es como su propio vientre; y la ganadería luego, criando a los hijos de la tierra, como lo eran los suyos.
Ellas sentaron las bases de la civilización.
Luego los hombres hicimos algo estúpido: lo tomamos por la fuerza.